Controlar la inmigración fue un de las promesas número uno de Trump para llegar a la presidencia, así que para confirmarlo, la administración del actual presidente, ha afirmado que su idea de recopilar la información de redes sociales de las personas que busquen una visa para ingresar a Estados Unidos, sigue en pie.
Esta medida nació a raíz del ataque de San Bernardino, donde murieron 14 personas en un ataque, supuestamente los atacantes serían “radicales”, pese a que la información indica que se pasaron por alto signos del perfil de los atacantes.
Así que Donald Trump, desea que todos los inmigrantes que soliciten la visa para visitar el país, brinden información acerca de sus redes sociales, con sus direcciones e información de los últimos cinco años.
Adicionalmente, los interesados deberán brindar su información personal como es habitual en este proceso, como lo son el teléfono, correos e historial de viaje en un tiempo específico. Por otro lado, tendrán que compartir información familiar, por ejemplo, si alguno de sus parientes ha participado en actividades terroristas. Confirmando también si en algún momento de su vida fueron deportados de un país.
Este requisito, que tendría a las redes sociales como un criterio para dar o negar una visa, ha sido criticado por muchos, incluso diversas organizaciones ya se han pronunciado al respeto afirmando no estar de acuerdo con la medida extrema.14 millones de personas al año hacen la solicitud para adquirir su visa y visitar Norteamérica, así que cientos de personas en el mundo se verían afectadas.
Hina Shamsi, de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, ha afirmado: “Ahora la gente va a tener que preguntarse si lo que dicen en sus redes podría ser malinterpretado por un funcionario del gobierno (…) Nos preocupa cómo la administración Trump define el término ‘actividades terroristas’ porque es intrínsecamente político y puede usarse para discriminar a los inmigrantes que no han hecho nada malo.”
Por ahora hay que esperar a conocer la decisión final, la cual debe ser tomada por la Oficina de Administración y Presupuesto.
Algunos patriotas celebran esta noticia, mientras que para otros es nada más que un caso de racismo extremo.